5 Sencillos consejos para empezar bien el día

No puedo proporcionarte una receta mágica para que en tu comienzo del día brille más el sol, pero estos sencillos (tan sencillos, que muchas veces los pasamos por alto) consejos te servirán para, poco a poco, ser tu misma la que brille con luz propia de buena mañana… ¡antes de que siquiera hayas salido de casa!

¡5 minutos más, por favor!

A muchas nos cuesta mucho (¡muchísimo!) levantarnos de la cama por las mañanas. ¡Se está tan bien bajo las sábanas!
Si eres de las que necesita pedir permiso durante cinco minutos a la almohada para levantarse, ¡sencillamente hazlo! Pon tu despertador cinco minutos antes de la hora a la que has de levantarte y disfruta con tranquilidad de ellos.
¡Por ahora, no es ningún crimen! Eso sí, no olvides que cuando pasen, es hora de ponerse en marcha y pasar al siguiente consejo.

 Un buen desayuno es la clave para empezar con energía

Te recuerdo una vez más que el desayuno es la verdadera comida más importante del día para empezarlo con energía. Además, con la actividad diaria lo quemarás seguro.
Un buen café con leche (¡o té!) para despejarte, un zumo o pieza de fruta que te aporten las vitaminas necesarias y una o dos rebanadas de pan integral con margarina  y mermelada componen un desayuno equilibrado e ideal para empezar con buen pie.

Siéntete guapa a diario

No hace falta que te vistas a la última, ni que te levantes una hora antes para maquillarte y peinarte a diario: vístete cómoda y según tu estilo, pero ve cuidada de forma que te sientas segura, combina adecuadamente tus prendas, escoge colores y formas que te favorezcan.

 Lo más importante: una sonrisa

Muchas veces pensamos que la sonrisa es consecuencia de las cosas felices que van sucediendo a lo largo del día. Y esto es así, por supuesto, pero no te equivoques: la sonrisa no solamente es consecuencia sino también causa.
Es sencillo: verte en el espejo reflejada con cara alegre y el ánimo levantado ayuda a que te sientas mejor… ¡y a los que se crucen contigo les contagiarás tu buen humor!
Por esto, aunque a veces no tengas un motivo específico: ¡luce dientes! ¡Lo bueno está por llegar!

¡Recuérdate cada día que eres estupenda!

Somos nuestra posesión más valiosa y, sin embargo, muchas veces se nos olvida entre el estrés y las excesivas exigencias impuestas. Por supuesto que tienes tus pequeños (y medianos…) defectillos que tienes que corregir poco a poco… ¡pero también muchísimas cosas que debes valorar!
Antes de salir por la puerta para iniciar de verdad la jornada, concéntrate en los puntos fuertes que vas a aprovechar para dar lo mejor de ti en el día de hoy. Ve erguida, pisa fuerte y recuerda el anterior consejo… ¡eres tu quien decide hasta dónde puedes llegar!